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Noviembre 2025

¿Dolor e hinchazón que persisten? Podría tratarse de bursitis

¿Tienes dolor e inflamación constante en brazos, piernas o pies?

¿Últimamente tus actividades cotidianas se han vuelto complicadas de realizar debido a estas molestias?

Si llevas más de tres meses con dolor e inflamación, es importante acudir a revisión con tu médico ortopedista a la brevedad posible. Esto podría deberse a diversas afecciones como artritis reumatoide o muy comúnmente bursitis.

A continuación, te explico a detalle qué es esta última condición:

¿Qué es la bursitis?

Para entenderla, primero hablemos de la anatomía. En nuestro cuerpo hay varios lugares en donde se crea mucha fricción entre los tejidos, especialmente alrededor de las articulaciones y zonas donde el hueso está muy pegado a ligamentos o tendones.

Para protegerse de esta fricción, el cuerpo tiene unas 'bolsitas' que se llaman bursas sinoviales y están llenas de líquido sinovial.

Nuestro cuerpo tiene alrededor de 150 bursas. Las más notables se encuentran alrededor del tobillo, cadera, rodilla, hombro y codo. Algunas son más superficiales como en el codo y otras más profundas como en la cadera.

El problema surge cuando estas bursas se inflaman. Cuando esto sucede, las células sinoviales empiezan a producir más líquido, lo que aumenta la presión y genera dolor.

Tipos de bursitis y sus causas

La bursitis se divide principalmente en dos tipos: inflamatoria y séptica o (infecciosa). Las áreas más comúnmente afectadas son el codo (olecraniana) y la rodilla (prerrotuliana e infrarrotuliana).

Bursitis inflamatoria: Sus causas suelen ser el exceso de presión en el área, el sobreuso (movimientos repetitivos), artritis inflamatoria o un golpe directo.

Bursitis séptica (infecciosa): Ocurre por la entrada de una bacteria a través de la piel sobre una bursa ya inflamada, o porque la bacteria llega a través del torrente sanguíneo. Esta genera mucho dolor y requiere atención inmediata.

Diferencias entre bursitis inflamatoria y séptica:

Señales y síntomasInflamatoriaSéptica
FiebreNingunaMayor a 38 °C (en un 20% a 58% de los casos)
Calor localPresente 50% de los casosPresente en el 100% de los casos
DolorMedianoAlto y severo
Afecciones cutáneas25-50% de los casos60-100% de los casos
Glucosa en líquido sinovialGlucosa sérica mayor a 70%Glucosa sérica es inferior al 50%
Dr. Monge explica los tipos de bursitis

¿Cuáles son los síntomas generales?

Si es repentina (Aguda): se puede manifestar con dolor cuando la bursa se comprime o se estira durante el movimiento. A menudo limita la amplitud de movimiento.

Si es crónica (Varios meses): Suele tener recurrencias frecuentes. Los brotes pueden durar unos días o varias semanas. La inflamación cerca de una articulación puede persistir y general total limitación de la amplitud de movimiento.

¿A quiénes afecta? Factores de riesgo

Esta afección es común en ciertas zonas debido a traumatismos, infecciones y desgaste por movimientos repetitivos.

El Codo (Bursitis olecraniana): Es muy frecuente aquí. Los atletas, fontaneros, carpinteros, mecánicos, mineros y soldados tienen predisposición a la bursitis en el codo por el tipo de trabajo físico que realizan.

La Rodilla (Bursitis rotuliana): La bursitis séptica (infecciosa) se localiza con mayor frecuencia en las bolsas de la rodilla y se asocia frecuentemente con pacientes que padecen diabetes mellitus.

Entre las profesiones con predisposición a la bursitis de rodilla se encuentran personas que ejercen presión constante en esa zona, como:

  • Albañiles (especialmente al trabajar en techos o pisos)
  • Jardineros
  • Instaladores de alfombras o pisos que pasan horas de rodillas

Existen varias bursas en la rodilla:

  • Bursa prepatelar: La bursa prepatelar se ubica entre la rótula y los tejidos superficiales.
  • Bolsa suprarrotuliana: La bolsa suprarrotuliana se ubica entre el fémur y el tendón del cuádriceps y se comunica con la articulación de la rodilla. A menudo se la denomina receso suprarrotuliano.
  • Bursa infrarrotuliana: La bursa infrarrotuliana está formada en realidad por dos bursas ubicadas en la porción distal del tendón rotuliano, cerca de la tuberosidad tibial. Se describen como superficial y profunda, según su ubicación relativa con respecto al tendón rotuliano.
Dr. Monge explica las posibles molestias cuando tienes bursitis

¿Cómo se diagnostica?

Evaluación clínica y exploración física:

  • Inspección visual: Buscando inflamación, atrofia muscular, posturas para evitar el dolor y trastornos en la piel.
  • Palpación: Buscando 'puntos gatillo' de dolor y contracturas musculares.
  • Balance Articular: Revisar qué tanto se puede mover la articulación.

Estudios de imagen: Ecografía o Resonancia Magnética (RM), especialmente en bursitis profundas.

Aspiración (Artrocentesis): Extraer líquido para analizar si existe infección o hemorragia (por traumatismo o anticoagulantes).

Tratamiento:

El tratamiento va a depender totalmente de qué tipo de bursitis se trate.

Si es inflamatoria (no infecciosa):

El enfoque suele ser conservador:

  • Medios físicos antiinflamatorios (hielo)
  • Adaptación y cambio de actividades para reducir la fricción
  • Incluso se puede optar por extraer el líquido e infiltrar la zona

Si es Séptica (Infecciosa): Es más común en bolsas superficiales y cambia todo el panorama. Dependiendo de la gravedad:

  • Es crucial el manejo de la glucosa en sangre (si hay diabetes)

Terapia farmacológica: Se utilizan AINES (antiinflamatorios no esteroideos) y analgésicos orales o tópicos. Los esteroides se reservan para cuando la terapia física y los AINES han fallado.

En casos asépticos graves o sépticos, son necesarios drenajes y antibióticos. Si el caso es muy severo y no responde, puede requerir intervención quirúrgica para retirar la bursa afectada.

El abordaje fisioterapéutico:

La fisioterapia es clave e incluye estrategias combinadas:

  • Reposo articular temporal
  • Crioterapia: Aplicación de frío de 7 a 10 minutos
  • Masajes para generar analgesia en la región
  • Ejercicios y estiramientos: Para aumentar la circulación, disolver adherencias, distender músculos contraídos y relajar.
  • Pasivos: Movimientos sin mucho esfuerzo para evitar contracturas.
  • Activos y resistidos: Para corregir trastornos musculares y ganar resistencia y fortaleza.

Prevención: ¿Cómo evitar la bursitis?

La bursitis es una afección común que aumenta con la edad o con actividades repetitivas. La mejor manera de evitarla es mantenerse activo, flexible y fuerte, tomando medidas conscientes:

  • Coloca una almohadilla debajo de las articulaciones cuando te arrodilles o ejerzas presión en los codos.
  • Toma pausas activas o descansos frecuentes durante las tareas repetitivas.
  • Haz ejercicio regularmente, pero comienza nuevas actividades o rutinas de ejercicio lentamente.
  • Fortalece los músculos alrededor de las articulaciones.
  • Pausa cualquier actividad física si genera mucha incomodidad o dolor.
  • Usa las dos manos para sostener herramientas pesadas.
  • Utiliza zapatos cómodos y de tacón bajo.
  • Adopta una buena postura cuando realices las actividades diarias.

Me encuentro en Tijuana, Baja California, soy traumatólogo ortopedista especialista en lesiones articulares, artroplastia, artroscopia y cirugía de columna. También ofrezco asesorías en línea para pacientes de otros estados.

No dudes en ponerte en contacto para poder agendar una valoración, conocer tu caso y juntos elegir el mejor plan de tratamiento de acuerdo con tu situación.

Puedes contactarme directo al 664 169 0650 o a mi correo: pacientes@mongeortopedia.com

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