Los meniscos lateral y medial son estructuras fibrocartilaginosas compuestas por colágeno, proteoglicanos, glucoproteínas y elementos celulares. Están constituidos aproximadamente por un 70 % de agua y tienen forma de medialuna. En conjunto, cubren cerca del 70 % de la superficie articular de la tibia y cumplen funciones esenciales, como distribuir la carga, brindar estabilidad en todos los planos y actuar como estabilizadores que rotan de manera similar a una bisagra, evitando el desplazamiento de la rodilla. Además, desempeñan un papel fundamental en la absorción de impactos, previniendo el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones de la rodilla.
Desgarros Meniscales
Los desgarros de meniscos son una de las lesiones de rodilla más comunes, especialmente en deportistas, aunque cualquier persona puede sufrirlos a cualquier edad debido a un traumatismo agudo o a cambios degenerativos propios del envejecimiento.
Los desgarros se clasifican según su aspecto y la ubicación en el menisco donde ocurre el daño.
Desgarros Meniscales Aislados
Estas lesiones suelen ocurrir cuando hay fuerzas de torsión o "giros bruscos" en la rodilla, especialmente si al mismo tiempo se soporta mucho peso (como al aterrizar de un salto o cambiar de dirección rápidamente). Los meniscos, que actúan como amortiguadores, pueden sufrir daños por este tipo de movimientos. Las situaciones de riesgo incluyen posiciones con altos grados de flexión, como arrodillarse, ponerse en cuclillas, levantar o cargar objetos pesados y realizar actividades que implican aceleración o desaceleración rápidas.
Desgarros Meniscales Complejos
Un impacto traumático en la rodilla también puede ocasionar desgarros en conjunto con los ligamentos estabilizadores primarios, como el ligamento cruzado anterior (LCA) y el ligamento colateral medial (LCM). A partir de los 40 años, se requiere relativamente menos fuerza para causar un desgarro en personas con cambios degenerativos en los meniscos, frecuentemente asociados a la osteoartritis (OA).

Formas de Desgarros en Meniscos
- Desgarro Longitudinal: Ocurre a lo largo del menisco, generalmente en el borde externo.
- Desgarro Radial: Se extiende desde el borde interno hacia el exterior.
- Desgarro Horizontal: A menudo causado por el desgaste, separa una porción superior e inferior del menisco.
- Desgarro en Asa: Un fragmento del menisco se desplaza hacia el centro de la rodilla, asemejándose a un asa. Este tipo de desgarro requiere cirugía, ya que puede bloquear la articulación.
- Desgarro en Pico de Loro: Provocado por fuerzas de compresión y cizallamiento. Dependiendo de los síntomas, puede repararse o requerir una meniscectomía parcial.
- Desgarro de Solapa: Un pequeño fragmento se desprende y puede quedar atrapado en la articulación, causando bloqueos en la rodilla. Generalmente requiere cirugía para retirarlo.
Síntomas de los Desgarros Meniscales
Los desgarros meniscales pueden provocar una sensación de explosión en la rodilla en el momento de la lesión. La mayoría de las personas pueden seguir caminando inmediatamente después del trauma, pero una vez que baja la adrenalina o se guarda reposo, comienzan a aparecer los síntomas de dolor, rigidez e inflamación.
Principales Síntomas:
- Dolor
- Rigidez e inflamación
- Fijación o bloqueo de la rodilla
- Sensación de que la rodilla se desprende
- Incapacidad para mover la rodilla en todo su rango de movimiento
Diagnóstico de los Desgarros Meniscales
Prueba de McMurray
Durante esta prueba, el paciente se recuesta con las piernas extendidas y relajadas. Luego, el especialista levanta la pierna y la dobla hacia el pecho mientras aplica presión sobre la rodilla y el talón. El movimiento se repite girando la rodilla hacia los lados para evaluar los meniscos. Si existe un desgarro, el paciente puede experimentar dolor, un clic audible o una sensación de chasquido en la articulación.
Prueba de Apley
El paciente se coloca boca abajo, y el especialista flexiona la rodilla a 90 grados mientras aplica presión y rota el pie para identificar posibles molestias durante el movimiento rotacional.
Prueba de Tesalia
El paciente se mantiene de pie sobre una pierna, apoyado en el suelo, mientras el especialista lo sostiene con las manos extendidas. Luego, el paciente flexiona la rodilla a 5° y rota el fémur sobre la tibia medial y lateralmente tres veces. La prueba es positiva si el paciente siente molestias en la línea articular o percibe un bloqueo o chasquido.
Prueba de Ege
El paciente realiza una sentadilla estilo sumo, con los pies apuntando hacia afuera y luego se levanta lentamente. Posteriormente, hace otra sentadilla con los pies apuntando hacia adentro. La prueba es positiva si se siente dolor o chasquido alrededor de los 90° de flexión.
Prueba de Finochietto
El paciente se recuesta con la rodilla flexionada a 90 grados y el pie apoyado en la camilla. El especialista aplica presión hacia adentro utilizando el antebrazo hasta que se perciba una sensación de incomodidad o un salto en la articulación.
¿Tratamiento conservador o artroscopia? ¿Qué es mejor para una lesión de menisco?
Cuando hablamos de lesiones en los meniscos, la clave para decidir entre un tratamiento conservador o una intervención quirúrgica radica en la zona del desgarro. Si la lesión ocurre en la conocida "zona roja" —la parte externa del menisco con buen flujo sanguíneo— existe la posibilidad de que se cure por sí sola. Sin embargo, cuando el desgarro afecta los dos tercios internos, la llamada "zona blanca" con poco riego sanguíneo, las opciones cambian. Aquí, los nutrientes de la sangre no llegan con la misma intensidad, por lo que los desgarros en esta área difícilmente se curan solos y, en muchos casos, terminan en cirugía.
Tratamiento conservador
El tratamiento conservador suele ser la primera opción cuando las lesiones meniscales son leves, asintomáticas o con síntomas controlados, sin bloqueo articular ni derrame. Este enfoque es ideal para desgarros menores de 1 cm, lesiones en la zona roja y rupturas meniscales radiales de menos
Uno de los métodos más utilizados en el ámbito deportivo es el famoso RICE (Rest, Ice, Compression, Elevation), que en español significa Reposo, Hielo, Compresión y Elevación. Es un tratamiento sencillo pero efectivo para lesiones leves a moderadas en los tejidos. Aquí te explico cómo hacerlo:
Reposo: Evita cualquier actividad que pueda agravar la lesión. Si el dolor es intenso, usar muletas puede ser una buena opción para no cargar peso en la rodilla.
Hielo: Aplica compresas frías durante 20 minutos, varias veces al día. Eso sí, nunca pongas el hielo directamente sobre la piel.
Compresión: Usa una venda elástica para reducir la inflamación y evitar el sangrado excesivo.
Elevación: Mantén la pierna en alto, por encima del nivel del corazón, para minimizar la inflamación.
Además del RICE, es fundamental mantener el rango de movimiento con ejercicios isométricos e isotónicos que fortalezcan los músculos sin comprometer el menisco.

¿Cuándo optar por la artroscopia?
La artroscopia es una intervención mínimamente invasiva que se recomienda cuando el desgarro es más severo, hay bloqueo articular o la lesión no responde a los tratamientos conservadores.
Meniscectomía parcial: En este procedimiento se retira el tejido dañado del menisco. Suele permitir un apoyo temprano y una recuperación más rápida, pero hay que tener en cuenta que cuanto más tejido meniscal se elimine, mayor será el riesgo de degeneración articular a largo plazo.
Reparación de menisco: Si el tipo de desgarro lo permite, se puede optar por suturar las partes desgarradas. Esta opción tiene un tiempo de recuperación más largo, pero es clave para preservar la estructura del menisco y evitar futuros problemas articulares.
Preguntas frecuentes sobre desgarro de meniscos
¿Se puede caminar con un menisco desgarrado?
Sí, muchas personas pueden seguir caminando, e incluso algunos atletas pueden continuar compitiendo. Sin embargo, tras dos o tres días, la rodilla puede volverse más rígida e inflamarse.
¿El menisco se regenera?
Las lesiones en la zona periférica (zona roja) tienen más posibilidades de sanar debido a su buen flujo sanguíneo. En cambio, las lesiones en la zona central (zona blanca) suelen requerir tratamiento conservador o cirugía.
¿Es necesario operarlo?
Dependerá de cada caso, considerando factores como la edad del paciente, la presencia de derrame articular, la gravedad de la lesión y si hay otras estructuras de la rodilla comprometidas.
La elección entre tratamiento conservador o quirúrgico dependerá siempre de la ubicación del desgarro, el tipo de lesión y la respuesta al tratamiento inicial.
Así que, ante una lesión de menisco, lo mejor es consultar con un especialista que valore todas las opciones. ¿Y tú? ¿Has tenido alguna lesión meniscal? ¿Cómo fue tu recuperación?
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